Acerca de la Zona Franca de Sevilla

La Zona Franca de Sevilla, ubicada en el Polígono Industrial Torrecuéllar y su extensión hacia el sur, cuenta con un total de 72 hectáreas (719.876 m²). Es la séptima área fiscal y aduanera especial de este tipo en España y la única emplazada en un puerto marítimo-fluvial, en el interior y no en la costa. 

La zona franca hispalense se constituye como un nuevo espacio fiscal que ofrece a las empresas y factorías con actividades de carácter industrial, comercial y mercantil la posibilidad de almacenar, transformar, manipular y distribuir mercancías comunitarias y no comunitarias no contaminantes exentas de impuestos aduaneros indirectos. Un espacio con cerramiento y sometido a vigilancia, con un control físico basado en la entrada y salida de los bienes sin necesidad de declaración previa para la aplicación de los beneficios fiscales. 

Una Zona Franca estratégica 

La Zona Franca sevillana ofrece un enclave estratégico en el puerto más importante de Andalucía. Un puerto que accede a través del estuario a una de las vías de mayor tráfico marítimo del mundo, al interior de la Península y hacia Europa mediante una eficiente conexión ferroviaria y una excelente conexión viaria, además de la ventaja de disponer de un aeropuerto internacional. 

Actualmente Andalucía cuenta con dos zonas francas situadas en las provincias de Cádiz y Huelva, mientras que en España ya suman un total de siete, ubicadas en Santander, Barcelona, Vigo, Cádiz, Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria y Sevilla.

¿Qué es una Zona Franca?

Según la Asociación Española de Zonas y Depósitos Francos, las Zonas y Depósitos Francos, se entienden por tales “partes” del territorio aduanero comunitario, separados del resto del mismo, en los que     se puede introducir toda clase de mercancías, cualquiera que sea la cantidad, naturaleza, origen, procedencia o destino, sin perjuicio de las prohibiciones o restricciones que pueden establecerse por razones de orden público, moralidad, seguridad pública o protección de la salud, entre otras justificaciones.

La Zona Franca de Sevilla se crea como una oportunidad de crecimiento económico, permitiendo ventajas fiscales y logísticas considerables para todas las empresas que se ubican y se ubiquen en su ámbito. Destaca tanto en la disponibilidad de suelos y terrenos para actividades industriales y/o logísticas que se benefician de la figura fiscal como por contar inicialmente con el transporte marítimo y terrestre que conforman el nudo de comunicación del Puerto de Sevilla y Eurovía Guadalquivir E-6002. Tiene entre sus fines el fomento de las actividades industriales y comerciales relacionadas con el tráfico marítimo o portuario, estando entre sus objetivos potenciar la instalación de industrias de transformación y logísticas que se beneficien de dicha infraestructura en su proceso productivo y/o dirijan su producción al comercio exterior.

El objetivo prioritario de la Zona Franca de Sevilla es por tanto potenciar, promover y revitalizar su entorno económico y social, con la influencia que ello tendrá para el mantenimiento y creación de puestos de trabajo en su ámbito de influencia. Permiten ahorrar costes considerables a las empresas allí instaladas, que además contarán con la ventaja de un clave único en cuanto a conexiones marítimas y ferroviarias de mercancías, y, en un futuro, aeroespacial.