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Informe Impacto económico de la COVID-19 sobre la empresa

 El estudio presentado en el día ayer por el Consejo General de Economistas de España, titulado Impacto económico de la COVID-19 sobre la empresa, elaborado por el propio Consejo General de Economistas de España (CGE) y el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI) con la colaboración de FAEDPYME, recoge información proveniente de una encuesta realizada a 1.225 empresas españolas, a 670 firmas y despachos profesionales de Economistas y 492 de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales, lo que arroja un total de prácticamente 2.400 respuestas válidas. Al haberse obtenido respuestas de una muestra tan significativa de empresas de diferentes tamaños, tipologías y sectores de toda la geografía española, el estudio hace una radiografía del impacto de la crisis generada por coronavirus en el empleo, las ventas, las finanzas y otros indicadores económicos y financieros de las empresas de nuestro país, así como define las medidas que éstas demandan para favorecer la salida de la crisis.     

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PRINCIPALES CONCLUSIONES

Impacto económico de la crisis

• El 36,5% de las empresas de la muestra se habían acogido a un ERTE y de éstas se ha visto afectada en promedio el 72,7% de la plantilla. El 73,5% de las empresas encuestadas llevaron a cabo prácticas de teletrabajo y afectó al 34,7% de la plantilla. Y el 41,5% de las empresas confirmaron que en el futuro seguirán utilizando el teletrabajo.

• El número medio de empleados antes de la crisis generada por la COVID-19 era de 43,5 trabajadores, disminuyendo a 37,8 trabajadores durante el transcurso de la misma (al momento de realizar la encuesta). El 35,7% de las empresas vieron disminuir el número de sus trabajadores, el 61,6% lo mantuvo y tan solo el 2,6% lo aumentó. Las expectativas para el 2021 en generación de empleo no son favorables. El 35,6% de las empresas encuestadas considera que disminuirá el empleo, el 56,0% lo mantendrá y el 8,4% lo aumentará. Las empresas acogidas a un ERTE son las que señalan unas expectativas peores para el 2021. Así, el 58,5% de las empresas acogidas a un ERTE opinan que tendrán una tendencia a disminuir el empleo para el 2021.

• El 88,3% de las empresas estima que han visto reducidas sus ventas como consecuencia de la crisis, y la reducción se sitúa en un -43,4%. Las expectativas del segundo semestre del 2020, aunque desfavorables, mejoran las del primer semestre. El impacto mayor en la caída de las ventas se ha experimentado en las microempresas y en las empresas acogidas a un ERTE. Considerando el tamaño de la empresa, son las microempresas las que presentan unas peores expectativas de ventas tanto en el primer como en el segundo semestre. Las expectativas para el primer y segundo semestre resultan también muy desfavorables para las empresas acogidas a un ERTE (saldo de expectativas -78,6 en primer semestre y -44,4 en segundo semestre).

• El 90,7% de las empresas vieron afectada su rentabilidad, con un grado de importancia de 3,62 (en una escala de 1 a 5).

• El 80,5% ha visto afectado su nivel de deuda, con un grado de importancia de 3,25. La crisis impactó más en el nivel de deuda en las grandes empresas.

• El 86,5% de empresas vieron afectada su liquidez, con un impacto de 3,39. El porcentaje (%) de empresas con muy alto impacto es de 27,4%. El impacto fue mayor en las empresas familiares y en las empresas jóvenes.

• El 87,1% de las empresas se han visto afectadas en cuanto a la realización de inversiones, con un impacto medio de 3,94 y con un porcentaje (%) de empresas con muy alto impacto del 45,4%. El impacto más elevado se ha producido en las empresas grandes y en las del sector de la construcción.

• Las empresas acogidas a un ERTE son las que se han visto más afectadas negativamente en todos los indicadores económicos y financieros. En especial en su nivel de facturación y en su nivel de rentabilidad.

• La crisis impactó en el nivel de facturación del 72,8% de las empresas internacionalizadas. Y el grado de importancia del impacto fue de 3,67 (en una escala de 1 a 5). Las empresas que señalaron un muy alto impacto fueron el 31,7%.

• La crisis generada por la COVID-19 impactó en mayor grado en el alargamiento del período de cobro a los clientes (3,29 en una escala de 1 a 5), en especial en las empresas familiares. Hay variables que pueden poner en peligro el futuro de la empresa y que han sido consideradas por los encuestados, como la falta de financiación, con un valor de 2,86, o los impagos de los clientes, que han aumentado, con un valor de 2,87.

• Las microempresas son las que tienen más dificultad para obtener financiación. Y las empresas constructoras y de comercio son las que opinan que la falta de financiación pone más en peligro su futuro.

• Las empresas acogidas a un ERTE son las que consideran que se han visto más afectadas en sus actividades de tipo financiero. En particular opinan que se ha producido un alargamiento en el período de cobro a sus clientes y que la falta de financiación pone en peligro el futuro de la empresa.

• En general la crisis ha provocado mayores dificultades para realizar las operaciones de las empresas, con una valoración de 3,84, en una escala de 1 a 5. Esto ha sucedido en mayor grado en las microempresas y en las empresas acogidas a un ERTE. En segundo lugar, los encuestados opinan que los clientes han cancelado pedidos con una valoración de 3,21 (sobre todo en las empresas familiares). Contrariamente, la crisis parece que ha impactado menos en otras actividades estratégicas como la innovación tecnológica.

• Las empresas acogidas a un ERTE son las que se han visto más afectadas en sus actividades estratégicas, en especial en que sus operaciones se han vuelto más difíciles, los clientes han cancelado pedidos, se ha reducido la introducción de nuevos productos y las inversiones en procesos tecnológicos. Asimismo, las empresas acogidas a un ERTE tenían implantado en menor medida un plan de gestión de riesgos.

Medidas para favorecer la salida de la crisis

• Las medidas más valoradas para estimular los mercados fueron potenciar ayudas para la digitalización de clientes y consumidores con una valoración de 3,71 (en una escala de 1 a 5) y los programas de estímulo al consumidor con una valoración de 3,59.

• En cuanto a medidas de competitividad, tuvieron una mayor valoración las relacionadas con las ayudas a la digitalización de las empresas (3,85, en una escala de 1 a 5), seguido de las ayudas para la formación y reciclaje de las empresas (3,78). Las empresas grandes y medianas y del sector servicios son las que más valoran las ayudas a la digitalización de las empresas.

• En cuanto a las medidas financieras, la necesidad de estimular el crecimiento a partir de ayudas a la inversión (3,98, en una escala de 1 a 5) fue la medida más valorada. Seguida de las medidas para mejorar la capacidad de los bancos para financiar a las empresas (3,80) y el apoyo a la reducción de los tipos de interés (3,78). Las empresas acogidas a un ERTE y las empresas familiares son las que más consideran necesario medidas financieras para hacer frente a la crisis generada por la COVID-19.

• Las medidas normativas –fiscalidad, legislación laboral y otras– son las más demandas por los encuestados. Las empresas solicitan principalmente la reducción de las cuotas que abonan a la seguridad social, la reducción de los impuestos y la flexibilidad laboral. Esto es todavía más acentuado si consideramos el tamaño de la empresa. Así, son las microempresas y las pequeñas empresas las que más solicitan medidas de tipo fiscal y laboral. De igual forma sucede con las empresas que se han acogido a un ERTE, siendo las que más solicitan reducciones de la cuota de la seguridad social y reducción de impuestos.

• Finalmente es interesante exponer cuáles serían las 5 medidas más importantes para favorecer la salida de la crisis (ranking) en opinión de los encuestados, distinguiendo el tamaño de la empresa, y si la empresa está o no acogida a un ERTE (ver cuadro página 53 del informe).

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