- El delegado del Estado para la Zona Franca de Sevilla destaca los canales de comunicación, por autopista, avión y tren
- El director de Operaciones en Sevilla del grupo esloveno Pulchra Mare, propietario del astillero, señala el incremento en el número de buques que acuden para ser reparados o para mantenimiento
Alfredo Sánchez Monteseirín, delegado especial del Estado para la Zona Franca de Sevilla, ha estado visitando las instalaciones de Astilleros Guadalquivir, empresa que se encuentra junto a la Zona Franca y que en breve, al igual que todas las que están ubicadas en el polígono Astillero, formarán parte de ella. El delegado fue recibido por Juan Manuel Cuenca, director de Operaciones del Astillero, así como parte de su equipo, quienes le fueron explicando las líneas básicas de su labor.
El grupo esloveno Pulchra Mare adquirió la concesión del astillero en febrero de 2017. La concesión incluye el dique seco, el muelle, los edificios y las instalaciones adyacentes. Este grupo actúa desde hace años en el mercado internacional y cuenta con una oficina regional en Algeciras. Su presencia en Sevilla, según explicó Juan Manuel Cuenca, vino motivada por la cercanía al estrecho de Gibraltar y el incremento del mercado, por lo que consideraron un lugar en el que realizar reparaciones de barco, contemplando también la posibilidad de construirlos. Todo ello, contemplando también que en breve el polígono donde se ubican pasará a formar parte de la Zona Franca de Sevilla, con las ventajas que ello supone.
En este periodo de tiempo de algo más de dos años, además de los servicios básicos como agencia, tripulación, reparaciones y asistencia, cuentan con suministros generales para embarcaciones, actividad ésta última que han incorporado recientemente.
Las razones de esta elección fueron la disponibilidad de un dique seco de este tamaño (para embarcaciones de hasta 144 x 23,5 m), la infraestructura local del puerto de Sevilla y el hecho de que el área se convierta en una zona de libre comercio en el futuro muy cercano.
Juan Manuel Cuenca explicó también que desde febrero de 2017 se han reparado en el dique seco más de quince buques, destacando que este dique tiene unas dimensiones de 140 metros de longitud, un ancho de 23 y más de diez de profundidad, “siendo necesaria una gran habilidad de los operarios para asentar el buque para poder trabajar posteriormente, una vez que sale el agua, en el casco y en otras partes de la embarcación”.
Alfredo Sánchez Monteseirín y el director de Operaciones de Pulchra Mare coincidieron en la magnífica ubicación de la Zona Franca de Sevilla y del Puerto, que cuentan con un aeropuerto por donde los clientes acceden directamente y, desde el punto de vista de suministros la posibilidad de tenerlos por barco, tren o carreteras, al estar cerca de vías como la SE-30 y la SE-40.
En este sentido buena parte de los clientes del Astillero provienen de fuera de España, eligiendo también Sevilla por la climatología, lo que les permiten adecuar las embarcaciones en fechas no operativas para los propietarios, “alguno de los cuales se suelen desplazar aquí para disfrutar de la ciudad y seguir las reparaciones y adecentamiento que haya que realizar”.
Cuenca señaló que se han invertido más de un millón de euros en adecuar las antiguas instalaciones, que en la última época fue ‘vandalizada’. En la actualidad son más de cuarenta personas trabajando en la instalación, en diferentes ámbitos, dedicando especial atención al último ferry que están reparando, y que ha necesitado un amplio trabajo de reparación del casco, así como adecuar todo el interior.